1-El desayuno es la comida más importante del día
El desayuno es la primera comida para empezar a cagarla. Es mejor no desayunar, que hacer el típico y excesivo desayuno industrial.
Está bien darse un homenaje en un hotel cuando estamos de vacaciones; o aunque no esté bien, se entiende. Pero darle a nuestros hijos, a diario, ese “manjar” es uno de tantos hábitos que fomentan la obesidad infantil.
Pienso que es mejor no desayunar que hacerlo de forma insana. Lo agradecerán nuestros hijos, nuestra salud, nuestra imagen y nuestro bolsillo.
2-No se puede comer carbohidratos después de las 7 de la tarde
FATAL. Muy muy de cuñado. Siempre que tus necesidades lo requieran, DEBES tomar carbohidrato.
Recuerda, en exceso todo es malo, sea a partir de las 7 o no.
3-La grasa es mala
Todo lo contrario, es el macronutriente principal. Es la encargada del equilibrio hormonal. Cualquier dieta sin grasa es una dieta desequilibrada.
4-Pierde más peso una persona con sobrepeso que una delgada
Es estrictamente falso, aunque se puede entender y con cierta parte de lógica, que no de razón.
La gente con sobrepeso probablemente tenga ciertas conductas adquiridas durante varios años que han hecho que tenga este sobrepeso. Si esta persona inicia un proceso de adelgazamiento, perderá peso más rápido que cualquier persona (sea cual sea su peso) que tenga uno estilo de vida más saludable; por lo tanto perderán más por lo que se quitan que por el hecho de tener sobrepeso.
Con lo que respecta a la pérdida efectiva de grasa, lo tienen más difícil, ya que tienen que torear con algunas alteraciones hormonales (resistencia a la leptina e insulina) ocasionadas por el exceso de grasa.
5-Debes comer 5 veces al día
No tiene sentido ni para perder peso ni para rendimiento ni, posiblemente, para nada. Puedes comer un número de ingestas regular o irregular, con más o menos ingestas y hacerlo bien o mal; independientemente del número de comidas.
6-La sauna adelgaza
Sí, en la sauna pierdes peso (agua) pero en la sauna no pierdes grasa, por lo tanto no adelgazas.
7-Dietas milagro.
La dieta del….,productos détox o cualquier nombre “marketiniano” que se le ocurra al lumbreras de turno.
Lo que más rápido elimina el cuerpo es el líquido, seguido de la grasa y de la masa muscular. Si perdemos peso muy rápido, ¿de donde lo perdemos? ¿lo queremos perder de agua?
Adelgazar no es sinónimo de perder agua. Si no pierdes grasa, no adelgazas (similar a lo que ocurre con la sauna).
Si una dieta promete X kgs en X semanas, muy probablemente estemos ante un ejemplo de dieta contraproducente o dieta milagro. Estas dietas son ideales para venderle productos inútiles a ingenuos desesperados.
Recuerda, es fisiológicamente imposible perder 2kgs de GRASA en una semana; si son de AGUA los podemos perder en un par de horas.
8-La fruta después de comer fermenta en el estómago
La fruta es una genial elección, sobre todo cuando la sustituimos por un postre procesado.
Recuerda: Ni la fruta fermenta en el estómago, ni las tonterías fermentan en el cerebro.
9-La piña quema músculo
Muy de gimnasio. De ser así, nos quemaría antes la boca, la faringe, el esófago o el estómago.
La piña tiene unas enzimas que ayudan a descomponer y asimilar las cadenas de aminoácidos de la carne, lo cual no tiene nada que ver con que “queme músculo”.
10- El limón en ayunas quema grasa
El limón en ayunas NO quema grasa. No quema grasa ni en ayunas ni tampoco en la paella.
Ningún alimento ni ningún producto que nos vendan con falsas promesas y precios desorbitados nos va a ayudar a perder grasa. NADA.
11-Si comes menos kcal de las que gastas, adelgazas.
Tan simple como incierto. Es imposible, a día de hoy, calcular de forma exacta el gasto energético de una persona; así como el déficit que vamos a crear restando el gasto a la ingesta. No debemos seguir habitualmente dietas muy bajas en calorías, una porque no podemos, otra porque nuestro humor y vitalidad se resentirían, y sobre todo porque puede tener consecuencias metabólicas y alteraciones hormonales que ralenticen la perdida de peso.
A largo plazo, con siguiendo dietas extremas o basadas en kcal, podemos desajustar la tiroides, la sensibilidad a la insulina y la sensación de saciedad. El déficit calórico drástico no se puede mantener.
Recuerda: la perdida de peso debe ser irregular , constante y sostenible.